"Preguntas por qué te quiero
y me has dejado indagando
–Coma,
(Pienso)
Solo creía quererte,
aún no sabía por cuánto
–Tres puntos...
(Siento)
Yo simplemente te quiero
–Punto.
¿Me preguntas que por qué?.
Te quiero porque te siento,
te siento porque no puedo
sobrevivir a tus ojos,
al huracán de tu risa,
al torbellino en tus manos,
a tu volcán de caricias,
a la dulzura en tus labios.
Te quiero porque en la mesa
donde mi espíritu cena
se me han sentado tus besos
a deleitarse en caricias,
y se ha acercado la brisa
para traerme tu eco.
(Respiro)
Te quiero por lo que eres,
no por lo que llevas puesto.
Te quiero por la dulzura
de tu voz (cuando me cantas).
Te quiero a lo inexplicable.
Te quiero por la incesable
tormenta de sentimientos,
orquesta de sacramentos
dictándome que te quiero.
(Suspiro)
Te quiero por tus cabellos,
por tu dedito chiquito,
tu cicatriz del ombligo,
por tu vacuna en el brazo.
(Sonrío)
Te quiero, a ratos, por darme
de tu inefable belleza,
de tu elocuente deseo,
de la enamorada presa
dentro de tu azul dureza
Te quiero por lo que sientes,
no por lo que aparentas.
Te quiero cuando te acercas,
desde que sé que te quiero...
–Punto.
(Respiro)
(Descanso)
(Me admiro)
¡Ahora sí sé que te quiero!."
Héctor Salvador Vásquez
3 comentarios:
una vaina guena pues.
De verdad que si, lo leo y releo y me gusta cada vez mas...
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