sábado, abril 09, 2005

...un obispo...

"Cuando era joven y libre, y mi

imaginación no tenía límites, soñaba

en cambiar el mundo;

al hacerme mas viejo y sabio, me percaté de

que el mundo no podía cambiar

entonces decidí limitarme perspectiva

y cambiar sólo mi país.

Pero también parecía inamovible

al entrar en mis años postrimeros, en un último

intento desesperado, busqué cambiar

sólo a mi familia, a mis seres más queridos,

pero tampoco pude hacerlo.

Y ahora, al yacer en mi lecho de muerte,

me doy cuenta (quizá por primera vez) de

que al cambiarme a mi mismo primero,

mediante el ejemplo habría influido

en mi familia, y con su apoyo y aliento,

mejorado a mi país, y posiblemente

hasta hubiese cambiado el mundo."